Archivo de febrero, 2006

Autor: Batou (Prxómamente la versión completa)

Posted in Todas on febrero 16, 2006 by blackbatou
 
Hitokiri (Fragmento)
              
 

          – ¡Sigue ignorándome, idiota! – dijo enojado el hombre con un grito sarcástico al tiempo que agitaba su espada hacia la cabeza de Ed. Éste detuvo el golpe con el mango de su espada sin sacarla de su funda. Ni siquiera volteó a ver al hombre, sujetaba la vaina de su espada con la mano derecha, deteniendo la hoja de la espada de su atacante y con la mano izquierda sujetaba su taza de té. Le dio un último trago y arrojó la taza tras él por encima de su hombro izquierdo, y golpeó en la cara a uno de los hombres cuando intentaba atacarlo. Desvió la hoja del primer agresor con el mango de su espada al mismo tiempo que se ponía de pie, golpeó al sujeto en la sien con el codo izquierdo y cayó a un lado. Ed desenvainó su espada, uno de los individuos lo atacó pero Ed, un veloz movimiento, lo desarmó y le hundió el hierro en el estómago. El cuarto sujeto intentó atacarlo por la espalda, Ed lo envió al suelo con una patada en la nariz. Ed dio una pirueta hacia atrás y cayó de pie sobre la barra. Los tres hombres que quedaban se incorporaron y lo atacaron a la vez. Ed volvió a saltar, esta vez dando una vuelta al frente. En el aire, Ed agitó su espada e hirió a uno de los hombres en la espalda.

          Las señoras de la cocina y la joven, quien seguía de pie en el mismo lugar, veían a Ed saltar y esquivar las espadas de los tres hombres al mismo tiempo que atizaba con la suya.

          El primer hombre, Shigo Yurokawa, en un desesperado intento, logró herir a Ed en un costado. Le había atacado por a espalda y le hundió la espada en el lado izquierdo. Ed hizo una mueca de dolor, pero al instante giró y le cortó la cabeza al sujeto. Los otros dos individuos lo siguieron atacando. Ed, debilitado por la herida, apenas lograba enfrentarlos, pero en un golpe de suerte logró herir de muerte a uno en el pecho. El último hombre con vida vio asustado como caía su amigo. Miró a Ed débil y agitado, se puso en guardia, pero en lugar de atacar, prefirió huir.