Te agradezco

Con todo el poder de mi voluntad, te dejo ir. Te agradezco la amistad y el cariño que me has hecho sentir. Ahora es diferente nuestra realidad y los rumbos que tomamos se deben dividir. Elegiste continuar por un camino al que no te puedo seguir y aunque te quisiera acompañar, no lo habrías de permitir. Tal vez en el futuro nos volvamos a encontrar, pero por ahora será mejor partir.

Cada momento juntos vivirá en mi corazón. Te agradezco cada risa, cada paseo, cada canción. Cada momento en mi coche, nuestros días de inspiración. Te agradezco aquella noche, cuando te besé por primera vez y te volviste mi ilusión. Te agradezco las llamadas, los mensajes, las visitas y los viajes. Te agradezco nuestras charlas y debates. Te agradezco las cervezas, los cafés, los chocolates. Me enseñaste tantas cosas de la vida y del dolor, te agradezco las lecciones que me diste del amor, te agradezco las canciones de la oreja de Van Gogh.

Ya es tiempo de despedirme. Te agradezco todo el tiempo que decidiste compartirme. Te voy a hechar de menos, de eso no tengas duda, pero es mi decisión y no puedo arrepentirme. Fuiste demasiado ruda, yo debí de ser más firme, pero no es de mucha ayuda recordarlo antes de irme. Precisamente por eso, prefiero de ti despedirme con un abrazo y un beso, con un «te quiero» y «te agradezco» que te dejo en este verso. Ya no tienes que cantar para mí, tu candado está roto. Siempre serás mi siete, mi pequeña flor de loto. Ahora toma tu camino y vete, yo debo tomar el otro.

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