Archivo de septiembre, 2005

Autor: Batou

Posted in Todas on septiembre 23, 2005 by blackbatou

SEIS ESTROFAS

 

Ayer me encontré sentado nuevamente en el oscuro vacío de la decepción, siento que esta vez no aguanto el punzar de tantos clavos enterrados en el ya tan maltratado corazón. La desolación me invade, y por primera vez un una vida, no tengo mi ángel guardián para hacerme compañía, para evitar que el dolor se consuma la poca alma que me queda, para recoger cada lágrima que deje caer a causa del poderoso destino, que me hunde y me destroza a cada minuto que trato de vivir.

 

La extraña sorpresa que me dejó el desencanto, me hizo creer que te fuiste sin tenerte. Sé que te quiero, pero no deseo seguir en el horrible mundo de la desesperanza, arrastrándome por las agudas penas que me siguen atravesando la memoria. ¿En donde estás amigo? Te necesito aquí para que me saques el hoyo del cual me sacaste tantas veces antes.

 

Hoy más que nunca te necesito, celador de mis pesadillas, combatiente incansable en el abismo de mi vida. Pero ya no más. Y ahora que no te tengo aquí para guiarme por el sendero de la agonía, el camino que seguro tomaré será el de la vida sin muerte.

 

Escucha mi plegaria, amargo corazón de los vientos calidos del infierno. Amigo guerrero que luchaste a mi lado, ayúdame a seguir en la batalla del espíritu. No me abandones ahora que necesito el consejo de tus golpes, esos que me hacen despertar de la muerte, que me ciega cada vez que la reina de la eternidad entra en mi pensamiento. Ayúdame a salir del encanto de esta hada silenciosa que se aparece en esos sueños tan fastuosos, donde ella se me entrega y luego yo muero en sus brazos.

 

Lentamente se consume el papel de mi alma, y los recuerdos arden en el corazón cual si fueran filosas notas. Sigo cantando esta canción improvisada y desesperada. Sigo extrañando el dolor de los consejos del ángel que me desvió por el rumbo de la vida. Sigo cayendo en la agonía por el suspiro de una diosa que no habrá de ser mi emblema, y por la cual sangraré y llorare, pero nunca seré capaz de morir.

 

Indignado y destrozado me dejaste, mujer de las seis estrofas, mordiendo el alma en una esquina en la privada del desierto. Queriéndote querer y tú sin dejar de pudrirte en tu vanidad. Quizá no fui el indicado, pero sí fui el que te detuvo para que te rieras de él, y eso ya es decir que la vida sigue únicamente para saber que no vives, sólo existes.

Autor: Batou

Posted in Todas on septiembre 10, 2005 by blackbatou

Otra vez

 

Escribir lo que pienso es poco, pero quiero intentar expresarte mi sentimiento. Decirte ahora que aún te quiero, significaría condenarme de nuevo. Sin embargo, decirte que ya no te amo, sería engañarme en vano. Así que sólo te puedo decir:

 

            No sé si fuiste tú o el resplandor de la tarde, pero la última vez sentí un calor muy diferente, te sentí en mí nuevamente, ángel mío. La tranquilidad que tanto había buscado, la volví a encontrar en ti. Muchas gracias ángel por apiadarte de mi alma, gracias por abrirme otra vez el templo de tu presencia, gracias por dejarme pasar la noche contigo, a tu lado, observándote tan bella mientras duermes, gracias por dejarme soñar de nuevo.

 

            Una vez más puedo ver el mundo reflejado en el fulgor de tus ojos, y puedo creer que ellos son la esperanza en la catástrofe de mi vida, y no puedo evitar pensar que esos ojos están ahí para mí, para hacerme feliz. No te pido que me los des, sólo te pido que no me los quites, que me dejes seguir contemplando el resplandor que hay en la oscuridad de tus ojos, que me dejes vivir para ellos y me dejes morir sabiendo que existen.

 

            Ya puedo entregar la eternidad de mi vida en una ilusión, ya puedo soñar con tus besos y caricias inalcanzables nuevamente, y puedo imaginar que algún día te unirás a mí en un acto infinito de amor aunque yo sepa que no es posible.

 

            Perdona si pudiera llegar a tocar un lugar privado para ti con mis frases, porque no sólo son palabras, son la eternidad, son el sueño que vive en la intimidad tu cama, es el sueño del inmortal, que se muere por dormir contigo y que siempre vivirá en el recuerdo de tu almohada.